Las empresas pueden contribuir enormemente al cumplimiento de los derechos de la niñez, no sólo a través de sus propias prácticas y políticas, sino también colaborando con el fortalecimiento de las comunidades en las que los niños, niñas y adolescentes viven y se desarrollan.
Las cuestiones que afectan a la infancia son a menudo uno de los temas que atraen más inversiones sociales corporativas, lo que ha supuesto una extraordinaria cantidad de donativos y acciones filantrópicas. Pero es importante recordar que para lograr el mayor beneficio posible a largo plazo para los niños, niñas y adolescentes, y para las propias empresas, las inversiones sociales deberían adoptar un enfoque sostenible y centrado en los derechos de la niñez.
Algunos tips claves para invertir en programas comunitarios:
- Participación. Dar voz a la comunidad local y a la niñez y adolescencia (y en casos relevantes, al gobierno nacional, regional o local) a la hora de desarrollar iniciativas comunitarias, de modo que se responda a las necesidades reales de la comunidad.
- Alineación. Posicionar los proyectos de desarrollo comunitario de las empresas en el marco de los objetivos de desarrollo globales del país (que pueden aparecen enunciados en los ODS: Objetivos de Desarrollo Sostenible).
- Coordinación. Investigar qué están haciendo otros, lo que incluye entablar conversaciones con el gobierno local y con ONGs locales para evitar duplicidades y conflictos. Las empresas deberían tener cuidado de no sobrecargar con obligaciones poco realistas a unos proveedores de servicios y a una administración local que ya no dan más de sí.En vez de eso, las empresas podrían usar sus conocimientos y experiencia para ayudar a los administradores y líderes comunitarios a desarrollar sus competencias para administrar fondos.
- Gestión orientada a resultados. Incluir en los proyectos de desarrollo comunitario el mismo compromiso con la consecución de resultados que la empresa aplica a sus actividades principales. Por ejemplo, contabilizar el número de niños y niñas que han recibido formación en las escuelas no es suficiente, sería mejor analizar los porcentajes de finalización de estudios y el éxito de esos estudiantes a la hora de pasar al siguiente grado.
- Sostebinilidad. Analizar de qué maneras el proyecto puede seguir funcionando y qué estrategias aplicar para que pueda seguir funcionando una vez que culmina la cooperación de la empresa.Los programas de desarrollo comunitarios de mediano y largo plazo, bien planificados, ejecutados y monitoreados, en estrecha colaboración con las autoridades y comunidades locales, pueden crear una onda expansiva de oportunidades que efectivamente impacten en la mejora de las condiciones de vida de los niños y niñas.