Según datos del 2016, en Paraguay el 36 por ciento de la población tiene entre 0 y 17 años. varios grupos de población de niños, niñas y adolescentes (NNA) viven en múltiples formas de violencia, que afectan principalmente a niñas y adolescentes mujeres de comunidades suburbanas, rurales e indígenas. Las niñas, niños, y adolescentes (NNA) constituyen uno de los sectores más vulnerables de la población. Esta situación de vulnerabilidad exige una especial protección por parte del Estado, la familia y la comunidad.
Justamente, el propósito número 16 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se vincula con la protección de la niñez y adolescencia contra toda forma de violencia, así como en la promoción de sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, la provisión de acceso a la justicia para todos, y la construcción de instituciones responsables y eficaces a todos los niveles.
¿Cómo podemos vincular el ODS 16 con los principios empresariales de la niñez y adolescencia?
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Identificando impactos en derechos de los niños, niñas y adolescentes, positivos y negativos, de la empresa o del sector al cual pertenece.
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Establecer los ODS vinculados con la niñez en línea con la actividad empresarial y las prioridades estratégicas del negocio.
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Explorar alternativas para la contribución de las empresas a estos ODS de la mano de organizaciones, como: asegurar el respeto a los derechos de los niños, niñas y adolescentes (NNA), financiando o co-financiando programas de gobierno, organismos internacionales y nacionales, y organizaciones del sector social; desarrollar campañas de comunicación de gran alcance para promover los derechos de NNA; desarrollar iniciativas de abogacía para promover estos derechos hacia el gobierno, sector empresarial y otros ámbitos, u otros esquemas de contribución a los ODS con perspectiva de niñez.
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Ayudar a poner fin al maltrato, la explotación, la trata, la tortura y todas las formas de violencia contra los niños, niñas y adolescentes.
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Promover la rendición de cuentas por infracciones cometidas contra niños, niñas y adolescentes. Esta es la mejor manera de conseguir que no vuelvan a ocurrir. La rendición de cuentas se manifiesta de muchas maneras, pero incumbe a los gobiernos la responsabilidad primordial de proteger a sus civiles y administrar justicia.